Hace años uno de los poetas insignias de nuestro tiempo iluminó este ámbito con su palabra en las buenas conciencias, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda.
No hemos tenido desde entonces un instante de sosiego.
Del discurso «La soledad de América Latina» – Gabriel García Márquez